"El Rey Ladrón"

"Y luego te contare otra historia de Lukoil-Repsol, en la que yo era asesor de Lukoil, la gran petrolera rusa, y donde el rey (Juan Carlos) se mete por medio, me quitan a mí y ponen a Corinna, que es otra historia. Pero bueno…”. Quien así se expresa es el economista y catedrático, Roberto Centeno, que ha denunciado también como siendo consejero delegado de Campsa “en el año 1979-1980, cuando Españ...a estaba a punto de quedarse sin petróleo por la crisis de Irán y los ayatolas”, Manuel Prado y Colón de Carvajal, entonces testaferro del rey Juan Carlos de Borbón, conminó al entonces ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, a deshacer un contrato de compra de petróleo en varios países árabes, contrato que se había realizado con la mediación del embajador Fernando Schwartz. ¿Por qué? Centeno tiene la respuesta y concluye: “Manolo Prado consiguió, a través del rey, traer una serie de suministros de Arabia Saudita y de los Emiratos con unas comisiones del copón con ruedas”. La gravedad de las acusaciones, la presencia de varios testigos y la documentación del caso obliga a una comisión de investigación parlamentaria o judicial que, hasta ahora, nadie ha reclamado.

“Yo tuve el mandato del Consejo de Ministros, directamente de Fernando Abril Martorell (vicepresidente), de solucionar el problema de los suministros para España. Además, era mi trabajo. Cuando, a través de un embajador amigo, Fernando Schwartz, entonces embajador en Kuwait, consigo una serie de suministros en Kuwait, resulta que el valido del Rey […] le monta un pollo impresionante al entonces ministro de Hacienda, que además era mi jefe (pues yo estaba al frente del monopolio de petróleos) Paco Fernández Ordóñez“, recuerda Centeno en su escalofriante relato de lo que ocurrió aquel día en la sede del Ministerio de Hacienda.

“Cuando yo vuelvo de Kuwait después de haber conseguido un cargamento de dos barcos de 100.000 toneladas (de petróleo), me encuentro con 6 ó 7 llamadas de Paco Fernández Ordóñez para que fuera a verle inmediatamente. Voy a verle pensando: “Paco me va a subir en hombros, me va a dar un bonus este año que me va a hacer salir de pobre” etc… Cuando llego al despacho de Paco Fernández Ordóñez me lo encuentro que estaba sin chaqueta, con tirantes, detrás de una mesa muy grande, porque él era más bien pequeño, y nada más entrar y mientras esperaba que me diera unos abrazos, besos y felicitaciones tremendas, porque la situación era muy crítica, se levanta de la mesa, se mesa con las dos manos los pocos cabellos que tenía y me dice: “¡Pero Roberto! ¿¡Qué has hecho!?”

Centeno prosigue y le pregunta: “¿Cómo que qué he hecho”, me quedé helado. Me dijo “¡Me has buscado la ruina!”. Le respondí: “¿Pero cómo que te he buscado la ruina? ¿no me habíais dicho que tenía que resolver el problema de los suministros del país, como es mi obligación?”. Me dijo: “¿¡Pero cómo se te ocurre ir a Kuwait!?”. Le respondí: “Paco, tengo que ir a los sitios donde se puede encontrar petróleo ¿a dónde quieres que vaya? ¿a pedírselo al ayatola Jomeini?”. Y me respondió: ” Es que ha estado Prado y Colón de Carvajal, (representante) de las grandes empresas europeas ¡y me ha montado un pollo!“.

“En ese momento, yo no sabía quién era Manolo Prado y le dije: “Paco, que yo sepa, eres el ministro de Hacienda. Si a mí me entra en mi despacho un tal Prado y me monta un pollo, lo que hubiera hecho es tirarlo por la ventana directamente”. Me dijo entonces: “¿Pero es que tú no sabes quién es Manolo Prado?“. Y le contesté: “Paco, te lo juro por mis muertos, no tengo ni puta idea”. Me dijo: “¿Pero tú de qué árbol te has caído? Eres un pardillo ¿cómo no vas a saber quién es Manolo Prado?”.

Entonces Roberto Centeno le replica: “A mí déjame de Manolo Prado. A mí el Consejo de Ministros, a través de Abril Martorell que es tu jefe porque es el vicepresidente económico, me ha pedido que arregle el problema y he tenido que ir todos los viernes para informar de la situación de los suministros de España que era crítica. Me encuentro a un embajador que funciona, el de Kuwait, Fernando Schwartz, que tenía muy buenas relaciones con la familia Al-Sabah (que eran los jefes y lo siguen siendo pues son los que siguen mandando en Kuwait) y consigue esto. Y ahora tú me dices que viene un tal Prado y que te monta un pollo porque nosequé nosecuantos.”

Entonces el ministro Francisco Fernández Ordóñez, conocido como Pacordóñez, que luego terminaría pasándose de UCD al PSOE le explica: “Mira, Roberto, no quiero entrar en más cosas”. Y Centeno le pregunta: “¿Quién tiene que resolver el problema por mandato del Consejo de Ministros? ¿el tal Prado, o yo que soy el consejero delegado del monopolio de petróleos?”. “Mira, mira…”, le contesta a Centeno, “no me líes. Que te quede muy claro: te queda prohibido ir a buscar petróleo en todo Oriente, a Arabia Saudí y a los Emiratos. Puedes buscarlo donde te dé la gana.” Y ahí fue donde le dije: “Mira tú, Paco, ¿qué me estás contando? ¿Dónde coño voy a encontrar petróleo si no es en los Emiratos y en Arabia Saudí? Como no se lo pida al ayatola, que además no me lo va a dar. ¡Pues ya me contarás!”. “Pues olvídate”, me contestó. Cuando se lo contaba a Fernando Abril el tío se partía de risa pero no le quitó la razón a Paco, ni muchísimo menos”.

El relato en primera persona del catedrático de Economía resulta esclarecedor: “Efectivamente, pero es que esto me pasó a mí. No es que me lo hayan contado. Me pasó a mí como responsable máximo de los suministros de petróleo de España. Pues el tal Manolo Prado consiguió, a través del rey, traer una serie de suministros de Arabia Saudita y de los Emiratos con unas comisiones del copón con ruedas. Porque yo tenía que pagar eso. No directamente yo, sino con el dinero de los españoles. Porque, naturalmente, eso iba después al precio de la gasolina. Entonces que explique su majestad el rey porqué a mí, consejero delegado del monopolio de petróleos, se me prohibió expresamente a través de Manolo Prado, que ya digo que le montó un pollo impresionante a Paco y él se lo dejó montar”.

Y concluye: “Porque yo, por muy Prado y por muy valido del rey que fuera este tío, yo, ministro de Hacienda de España, no me dejo montar ese pollo. Porque al final quienes pagan el pato son los españoles. Y la obligación que tenía Paco, al cual tengo la mayor admiración y el máximo cariño… al final son los españoles quienes pagan el pato en el precio de las gasolinas. Entonces, que presenten a estos personajes de esta manera… es que no hay por dónde cogerlos”.

El catedrático de Economía, Roberto Centeno, denuncia que el rey Juan Carlos, su “querida” amiga Corinna y su testaferro, Manuel Prado y Colón de Carvajal, al afirmar que el monarca y su “valido” cobraron una comisión de entre “uno o dos dólares” por barril de petróleo que compraba el erario público de España en los países árabes.

Centeno hizo cálculos de cuanto se llevaba el rey Juan Carlos, información que él conocía porque era precisamente el encargado de pagar los suministros por su responsabilidad en CAMPSA. Debido a la “intermediación” de Manuel Prado y Colón de Carvajal, por encargo de Juan Carlos, España pagaba el petróleo más caro, ya que ambos se llevaban una comisión:

“La cifra no la recuerdo exactamente, pero había un sobrecoste. Es decir, entre comprarlo directamente, que estábamos hablando de treinta y tantos dólares de aquellos años (si le ponemos la inflación ahora no sé cuánto saldría, desde luego el doble o el triple)… Pero, en fin, había comisiones que podían oscilar entre 1 y 2 dólares por barril y eso es una barbaridad por la cantidad de barriles de petróleo que caben en un superpetrolero. Un petrolero de 200.000 toneladas lleva entre 1.400.000 ó 1.600.000 barriles. Entonces estamos hablando de que un petrolero le puede producir en aquel momento un beneficio de 2 millones de dólares del año 1979. Eso son palabras mayores”.

Roberto Centeno, entonces consejero delegado de CAMPSA, tenía un mandato expreso del Consejo de Ministros: conseguir petróleo al precio más barato posible debido a la carencia española de suministros energéticos, con el consiguiente riesgo de desabastecimiento y colapso. Y recurre por ello al embajador en Kuwait, Fernando Schwartz:

“Él me dice: “Oye, Roberto, sé que estáis en esta situación y yo tengo una relación excelente con la familia Al-Sabah. Esta familia era entonces y lo es ahora la familia del emir de Kuwait, la reinante. Y yo le dije: “Mira Fernando, no me toques las narices porque yo estoy harto de recibir ofertas que son un puro camelo, así que no me hagas coger una avión, irme a Frankfurt, coger otro avión a Kuwait y tirarme diez horas de vuelo para que luego no…”.

“Que no, que yo te juro, te prometo…” que tal y que cual. Total, que cogí y me fui. Y, efectivamente, Fernando, que era un tipo serio, realmente tenía unas relaciones muy buenas con la familia Al-Sabah y con los directivos de la KPC, la Kuwait Petroleum Company, que es la que tiene el monopolio porque el petróleo está nacionalizado, pertenece al Estado. Y naturalmente está regida por un miembro de la familia Al-Sabah. Gracias, pues, al gran oficio de Fernando Schwartz, consigo un cargamento de 150.000 toneladas, al cual le iban a seguir otros a precio de mercado, sin comisiones”.

La operación de compraventa estaba hecha hasta que se mezcló en ella un siniestro personaje que venía de la Casa Real española. Con el tiempo llegaría incluso a pisar la cárcel por corrupción y sus procedimientos judiciales se amontonaban en los juzgados. Por eso Centeno le pregunta al ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, quien es esa persona que impide una transacción petrolífera del Estado para encarecerla con sus comisiones ilegales:

“¿Quién coño es Manolo Prado? Entonces [Fernández Ordóñez] se me queda mirando con profundo asombro y me dice: “Pero Roberto, no me fastidies. ¿Que tú no sabes quién es Manolo Prado?”. Y le dije: “Te juro por mis muertos que yo no sé quién ese Manolo Prado“. Y me dice Paco Fernández Ordóñez: “¡Pero tú eres un pardillo! Sabrás mucho de petróleo pero no tienes ni idea de cómo funciona este país“. “Pues explícamelo tú”. Y respondió: “Manolo Prado es la persona que tiene… no me dijo el monopolio pero vamos… La única persona que tiene derecho a comprar petróleo en Arabia Saudita y los Emiratos“.

Centeno se quedó perplejo delante del ministro: “Paco, según lo que tú me estás contando, por razones que ignoro, hay un señor que tiene reservado ese chiringuito. Explícame entonces dónde voy a buscar yo el petróleo que España necesita. ¿Se lo pido al ayatola Jomeini, por ejemplo? ¿Tú qué crees que pasaría si me fuera a Teherán y le pidiera que me diera un barco de crudo?” Porque además los ayatolas habían cesado totalmente las exportaciones para llevar el mercado a donde lo llevaron. Y Fernández Ordóñez respondió: “Eso me lo tenías que haber dicho”. Y, obviamente, la operación se frustró y Manuel Prado y Colón de Carvajal fue quien la llevó a cabo. Pero más onerosa para el erario público, por supuesto.

El catedrático de Economía, Roberto Centeno, desveló tambien que la “princesa” Corinna medió en la OPA que intentó la petrolera rusa Lukoil sobre la española Repsol. Y aclaró que no hablaba en calidad de analista ni de especialista energético sino de testigo, porque él era asesor de Lukoil cuando “altas instancias del Estado” lo quitaron de en medio para darle el “negocio” de la OPA a Corinna.

Porque, para enriquecerse con la adquisición de crudo “no hace falta ser un gran especialista en petróleo. Hace falta una persona que tenga acceso a determinados despachos y después, gloria. Y Corinna, no sé si fue a raíz de eso o después, tenía entrada con toda facilidad al despacho del señor Putin.

El extraño y frustrado suceso ocurrió recientemente, cuando Roberto Centeno era asesor en nómina de la petrolera rusa Lukoil: “Yo trabajaba con Lukoil como asesor porque ellos estaban pensando entrar en España y yo lo que pretendía, porque lo había hecho con otros italianos (Moratti, ex dueño del Inter de Milán) y con otra sociedad italiana que se llamaba RG, era hacer entrar a Lukoil en España, porque era una empresa de una cierta importancia”.

Cuando lo contratan, Centeno plantea a los rusos dos escenarios: “había dos posibilidades. Una, entrar a lo pobre, que era comenzar a importar petróleo y hacer contratos con gasolineras, etc… La otra era entrar a lo grande. Esto era muy sencillo y consistía en hacerle una OPA a Repsol y aquí paz y después gloria. Lukoil tenía medios suficientes para meter esa OPA. Empezando además no por una OPA a la totalidad, sino por una parte que tenía Sacyr-Vallermoso, que yo creo que era del 20% en aquellos tiempos y que se vendía, porque ellos tenían necesidad de venderla”.

“Yo estaba negociando ese tema con los rusos en Londres. Y, en un momento determinado, tenemos una reunión allí y me dicen que vamos a ir adelante con todo. Pasan las semanas, quedan en llamarme. Yo me vengo a Madrid y no me llaman. Yo telefoneo a la persona con la que contactaba allí, Andrey Vlasov, y le pregunto qué pasaba con esto. “Roberto, es que me da vergüenza decírtelo pero resulta que hay otra persona… No lo vamos a poder hacer a través tuyo porque son órdenes de arriba, de muy arriba“.

El catedrático de Economía se queda perplejo ante sus interlocutores rusos y pregunta: “¿quién es esta persona?”. Y andando andando, apareció Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, que por lo visto era alguien que tenía muy buenas relaciones. Y desde aquí, desde muy altas instancias españolas, la han recomendado a ella para que sea la que medie en el asunto. Esta fue la historia. Luego al final el tema no salió porque no llegaron a un acuerdo en el precio”, señala.

¿Era Corinna conocida ya como amante del rey? Centeno cree que no, que aún no había saltado a la opinión pública como compañera de Juan Carlos en la célebre cacería de elefantes de Bostwana: “Yo no lo sabía, pero supongo que la gente bien informada de estos temas sí lo sabía”, concluye.



Fuentes: (enlaza a la página de R3W)

Escuche la entrevista completa con Roberto Centeno en Radio 3w El catedrático de Economía asegura que Corinna le quitó la asesoría de Lukoil por indicación de “muy altas instancias españolas”


Roberto Centeno González (Economista neoliberal de derechas)

Doctor Ingeniero de Minas por la Universidad Politécnica de Madrid
Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid
Catedrático de Economía en la Escuela de Ingenieros de Minas de la UPM
  
DIVULGACIÓN ECONÓMICA

Colaborador habitual de “El Mundo” y “Expansión”.
Contertulio de César Vidal en “La Linterna de la Economía” en la COPE
Responsable de “EL disparate económico de la semana” en la COPE.
Colaborador habitual de “Intereconomía televisión”
TRAYECTORIA PROFESIONAL

(2001- actualidad) Presidente de ENEROIL
(1997-2000) Presidente de ERG Petróleos.
(1991-1997) Presidente de Saras Energía.
(1977-1991) Consejero-Delegado de CAMPSA
(1971-1977) Consejero-Delegado de ENAGAS.
(1969-1971) Director General de BUTANO SA

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