Pedro Sánchez y Albert Rivera se preparan para gobernar juntos


Si el rey se lo ofrece, esta vez el líder del PSOE aceptaría el encargo para formar Gobierno, según confirman fuentes próximas a Ferraz. Pedro Sánchez sabe que cuenta con el apoyo de Ciudadanos, y así le quedará claro a Felipe VI después de entrevistarse el lunes con Albert Rivera y el martes con Sánchez. Ambos pedirán al monarca más tiempo del establecido para negociar la letra pequeña y celebrar la investidura después de lo previsto, aunque la posibilidad de que PSOE y Ciudadanos formen Gobierno juntos está cada día más avanzada. Los dos líderes coinciden en que aprovecharán para manifestar al rey su estupor ante el desplante de Rajoy el viernes pasado y dejar claro que a quien correspondía aceptar el encargo era al PP. "Ha puesto contra las cuerdas a la institución, mostrando un grado de irresponsabilidad nunca visto", apunta un asesor de confianza de Sánchez. Una opinión compartida con Rivera, quien declinó la noche del lunes pasado que Rajoy le explicara personalmente sus razones cuando el presidente en funciones le llamó.


La idea de formar un Gobierno conjunto PSOE-Ciudadanos es la más deseada por ambos partidos, después del gesto soberbio de Pablo Iglesias de nombrarle los ministros al socialista y regalarle la Presidencia con una sonrisa. "No basta con el apoyo, tienen que implicarse formando parte del proyecto, y para eso Rivera y su equipo tienen que entrar en el Gobierno, en caso de que consigamos armarlo, lo que no es nada fácil", explica uno de los estrategas más cercanos a Sánchez. Un pacto en toda regla, con el que el equipo de Ciudadanos comulga desde antes del 20D y que Jordi Sevilla y Luis Garicano, por un lado, y Antonio Hernando y José Manuel Villegas y Juan Carlos Girauta, por otro, llevan tiempo sondeando. Los mismos hombres de confianza de Sánchez y Rivera concretan ahora posiciones, mientras la sintonía entre los dos líderes crece ante la desconfianza que provoca un Rajoy sitiado por la corrupción y empeñado en seguir siendo el candidato. "Solo apoyaríamos al PP con otro líder a la cabeza y con la promesa de un congreso en marzo en el que soltaran lastre y limpiaran de una vez el partido", aseguran en el entorno de Rivera. Los datos que revelan los análisis encargados por Ciudadanos tanteando a sus votantes sobre posibles pactos avalan además el acuerdo con el PSOE.



Los 130 diputados que suman entre los dos dan para gobernar en minoría y buscar apoyos puntuales para sacar las leyes adelante, unas veces con Podemos y otras con el PP, pero se quedan muy cortos. "Lo ideal sería contar con el respaldo de al menos ciento cuarenta y tantos diputados porque sino va a ser misión imposible gobernar", según los cálculos de un veterano asesor socialista. Aunque hasta llegar a eso, hay que convencer antes de que se abstengan o al PP, por patriotismo, o a Podemos, "porque le vamos a presentar un programa con 15 medidas urgentes que tomaremos durante los primeros días que será difícil que puedan rechazar, desde derogar la reforma laboral, cambiar el artículo 135, renta mínima o rescate ciudadano", explica uno de los hombres claves de Sánchez. Mientras que los socialistas ven más posibilidad de convencer a Podemos de abstenerse que al PP, en Ciudadanos creen que "mantener buenas relaciones con el PP es esencial para lograr que a corto plazo el PP no vote en contra, y a medio plazo, apoye leyes esenciales para la regeneración".


Los buenos ojos con que miran en el mundo económico el Gobierno Sánchez-Rivera es también un argumento de peso para frenar la interferencia de Rajoy. "El PP tiene un serio problema que no ha sabido resolver. Sánchez y Rivera son una buena opción. Además, tienen a Jordi Sevilla, que transmite confianza, y a Garicano, al que conocemos menos, pero del que tenemos referencias positivas", explica un directivo de una compañía del Ibex".

Ahora solo falta que Rajoy y Susana Díaz con sus 22 diputados absteniéndose ante un Gobierno del PP, chafen la jugada a Sánchez y Rivera. En los tiempos que corren todo es posible
Pilar Portero y Ana Cañil Headshot.

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