Dinero negro, sobornos... Todo vale para salvar el negocio en España


EL 42% DE LOS EJECUTIVOS DISCULPA LA MALA PRAXIS

Un tercio de los directivos españoles justifica los pagos en negro si la buena marcha de su empresa depende de ello. Casi la mitad quita hierro a las conductas poco éticas

Un empleado del Banco Central Austríaco (Nationalbank) muestra un billete de 500 € restaurado. El 50 por ciento de los billetes dañados vuelven a estar disponibles. (Reuters)

La corrupción y los sobornos son el pan de cada día en España, o así lo ve la mitad de los directivos que operan en nuestro país. Esos ejecutivos que se escandalizan ante los grandes casos de corrupción son los mismos que justifican la picaresca española a menor escala, según un informe elaborado por el centro de estudios EY.

Todo vale si la supervivencia del negocio está en juego, una excusa que sirve para disculpar conductas poco éticas, como pagos en negro, regalos en forma de entretenimiento, obsequios personales o incluso manipulaciones de resultados. El 42% de los encuestados justifica al menos una de estas artimañas si ayudan a que su compañía siga a flote en mitad de una crisis económica, un porcentaje que cae hasta el 28% en Europa occidental y hasta el 40% en las economías emergentes.

Casi la mitad de los ejecutivos cree que las autoridades no son efectivas en la lucha contra el fraude. (iStock)

Un 8% de los ejecutivos considera que los sobornos son una práctica extendida para conseguir contratos en España, una cifra que vuelve a duplicar los registros de nuestros vecinos. El 28% no ve problemas en los pagos en B (frente al 9% de Europa occidental), lo que coloca a España en el octavo puesto en relación con esta conducta. El 24% quita importancia a los 'cohechos' de ocio, el 14% disculpa los regalos personales y el 12% incluso apuesta por maquillar los resultados de la empresa si su continuidad depende de ello.

El 8% de los directivos cree que los sobornos son una práctica extendida para conseguir contratos en España

“Estos datos no son una buena noticia ni son comprensibles, si tenemos en cuenta los grandes avances en códigos de conducta de las empresas”, explica el presidente de Transparencia Internacional en España a este periódico. Jesús Lizcano confía en que los numerosos casos de corrupción que han salido a la luz sirvan para sacar los colores al que defrauda y tengan un efecto disuasorio. “Ser corrupto hoy es una profesión de alto riesgo”, asegura el también catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.

Los españoles se han acostumbrado a desayunar con un nuevo 'culebrón' cada mañana, y por eso no sorprende que cada vez más ejecutivos perciban el fraude como un mal generalizado en España. El 50% lo cree así, frente al 28% de 2014. “El número de escándalos es muy grande. Muchos casos que antes podían permanecer ocultos ahora salen a la luz”, pero esto no significa que hoy exista más corrupción que ayer, explica el socio responsable del área de Forensic en EY, Ricardo Noreña.

El exconsejero de la Comunidad de Madrid Francisco Granados, junto al empresario David Marjaliza.

Quien la hace, la paga. ¿O no?

Todos los expertos consultados por este diario coinciden en que la sensación de impunidad agrava esa percepción, pues las responsabilidades penales llegan tarde, mal y nunca en muchos casos. “Algo está funcionando mal. El problema no reside tanto en las medidas que se toman para luchar contra el fraude, sino en su puesta en práctica”, apunta el presidente del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Carlos Cruzado considera que la falta de medios en la Justicia hace que los procesos se alarguen en exceso.

Y para revertir esta situación no basta con la 'palabrería' de los sucesivos gobiernos. “Falta voluntad política” para reforzar la persecución de los delincuentes, insiste Cruzado. "Menos postureo y más medidas", añade Lizcano. Los expertos también ponen el foco en el bajo nivel de conciencia fiscal en España, un aspecto que nos aleja de otros países como Estados Unidos. “Recuperar las cantidades defraudadas es otra de las asignaturas pendientes”, indica Noreña. El 48% de los encuestados considera que las autoridades persiguen este tipo de conductas, pero no son eficaces a la hora de obtener una condena.

La percepción de fraude generalizado puede ser un freno para la inversión en España porque se traduce en inseguridad jurídica

Estas sensaciones “pueden ser un freno para la inversión” en España porque se traducen en inseguridad jurídica, advierte el socio de EY. “Se han hecho cosas en los últimos dos años que quizá deberían haber ocurrido hace mucho tiempo: se ha reformado el código penal, se han firmado convenios internacionales de colaboración en materia fiscal, se ha modificado la ley de enjuiciamiento criminal, se ha intensificado la lucha contra el fraude… pero queda mucho por hacer”, sobre todo en el ámbito de la educación.


Los papeles de Panamá confirman la sospecha

Lizcano prefiere ver el vaso medio lleno. “Estas medidas hacen aflorar nuevos casos y activan la alarma social”. Solo así será posible ejercer presión sobre políticos y/o empresarios tentados a defraudar. El presidente de Transparencia Internacional destaca el “efecto ejemplarizante” de los papeles de Panamá, una investigación que constata “algo que ya se sospechaba pero no se sabía”.


El exministro de Industria ha sido el último en dimitir tras su implicación en los papeles de Panamá. (EFE)

Los nombres y apellidos que figuran en la lista de clientes de Mossack Fonseca “solo son la punta del iceberg de lo que está ocurriendo”, opina el presidente de Gestha. La planificación fiscal agresiva de ciertos territorios preocupa sobre papel pero no se aborda en la práctica, a tenor de los datos. “Las filiales de empresas del Ibex en paraísos fiscales siguen proliferando”, recuerda Cruzado.


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